Esta semana celebramos la
festividad de Todos los Santos. Para ello en nuestro centro hemos elegido una
lectura muy especial y relacionada con esta temática, una de las tradicionales
leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, El Monte de las Ánimas, como recreación
de esa temática, el mundo de los difuntos.
La historia transcurre en Soria, en el llamado Monte de las
Ánimas, el día de los difuntos. Los Condes de Borges y de Alcudiel, junto a sus
hijos Beatriz y Alonso y pajes iniciaban el camino hacia la cacería, montados a
caballo. Alonso, empezó a relatar una leyenda, la del Monte de las Ánimas. Al
parecer, a este monte que llamaban de las ánimas pertenecía a los Templarios,
que eran guerreros y religiosos a la vez. Cuando los árabes fueron expulsados
de Soria, el Rey los hizo venir para defender la ciudad, lo que ofendió a los
nobles de Castilla y se creó rivalidad entre ellos. Así, se inició una batalla
hasta que el rey finalizó la lucha; el monte fue abandonado y en la capilla de
los religiosos se enterraron los cuerpos de unos y otros. Cuenta la leyenda que
cuando llega la noche de los difuntos las almas de los muertos corren junto con
los animales del monte y nadie quiere estar ahí en dicha fecha.
Una vez en casa de los Condes y reunidos junto a la lumbre, sólo
los primos estaban ajenos a la conversación: Alonso y Beatriz, hasta que Alonso
rompió el prolongado silencio diciéndole a su prima que, debido a que ella se
separará de él próximamente, le gustaría hacerle un regalo para que se acordara
siempre de él. Después de insistir mucho, la joven acepta una joya sin decir
nada y su primo a cambio le pidió algún obsequio suyo. Beatriz estuvo conforme
y le expuso que en el Monte de las Ánimas perdió la banda azul y que era lo que
deseaba regalarle.
Alonso se sentía muy fuerte a la hora de luchar con cualquier
bestia, pero le aterrorizaba la idea de ir a ese oscuro lugar en aquella fecha
tan indicada y sintió miedo. Entonces se vio motivado por una sonrisa de la
bella dama y se dirigió, aterrorizado, a recuperar la banda perdida para así
contentar a Beatriz.
Las horas pasaron y Beatriz se desveló al creer oír su nombre en
una pesadilla. Al despertarse no pudo volver a conciliar el sueño, así que
decidió ponerse a rezar muy asustada. Cuando amaneció se avergonzó de su
comportamiento de la noche anterior al haberse asustado, y, entonces, vio su
banda azul ensangrentada y desgarrada en su mesilla de noche. Beatriz se quedó
petrificada, no podía creer lo que veía. Más tarde fueron a avisarla sus
sirvientes de una triste noticia: Alonso había sido devorado por los lobos del
monte, pero la encontraron muerta.
Dicen que después de este suceso, un cazador tuvo que permanecer
una noche dentro del monte de las ánimas, y que antes de morir pudo contar que
vio los esqueletos de los antiguos Templarios y de los nobles sorianos
enterrados en la capilla levantarse, y además, pudo ver también como una mujer
hermosa desmelenada, corría apresuradamente, con los pies ensangrentados ,
perseguida por caballos y lanzando chillidos de terror, daba vueltas alrededor
de la tumba de Alonso.
La profesora de Plástica, Dª. Olga López López, junto a sus alumnos de 1º de Bachillerato ha realizado una exposición que visualiza la festividad del Día de los Difuntos
que también se recoge en la leyenda de Bécquer y aprovecha la ocasión para poner de manifiesto nuestra
repulsa por la contaminación del planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario